Aunque a marchas forzadas, he agotado el temario de mi programa y por tanto he finalizado mi curso.
Ya sólo me queda calificar el ensayo que a modo de examen final les dejé a los chavos para poder completar sus evaluaciones.
En general fue un buen grupo. Vinieron de menos a más y a diferencia del sentimiento de angustia que experimenté a mediados del semestre, ahora creo que me siento satisfecho. Si no aprendieron todo lo que debieron haber aprendido, por lo menos aprendieron a escribir con un mínimo de corrección, y a expresar sus ideas con cierto orden y coherencia. La regla es muy simple: comenzar por el principio siempre es de gran ayuda.
Y bueno, sobra decir que ya me siento más tranquilo. Ahora tengo menos trabajo; de hecho sólo me queda lo del PAIIT, lo de la campaña, lo de las traducciones, lo de la sesión del consejo distrital, mis clases de macramé, lo de organizar otro asalto en las Lomas para robar un miserable reloj a alguna conductora de televisión ridícula y antipática, cuidar al perro de mi vecina, sacar la basura que se ha acumulado en la cocina, enfrentar a las ratas y pepenadores que se la quieren adueñar, convencer a mi otra vecina de que el mundo se va a acabar y que yo no puedo morir sin antes conocer los favores de su suculenta figura, cumplir la notificación de la Tesorería para pagar el adeudo por concepto de predial, acomodar los libros que se apilan con inestable equilibrio en mi escritorio, sacar el sandwich plátano con mermelada de kiwi que hace como muchas semanas está al fondo de mi gaveta y despide un tufo medio emético, y seguirme preguntando por qué mi vida es miserable.
Como mis estimados educandos ya se fueron de vacaciones, fiel a mi costumbre les recomendé algunas novelitas para pasar el rato. De todos los tres que aquí me leen no sé cuántos tendrán vacaciones, pero de todos modos les dejo hago las mismas recomendaciones:
Olga Barrio, Que me parta un rayo si termino convertido en pirata. Una novela muy padre, que evoca el mejor estilo de Stevenson y Conrad. Es literatura 100% para chavos.
Robert Graves, Rey Jesús. Es una historia sobre la vida de Jesús contada desde la perspectiva de un personaje construido por Graves, que intenta mostrar el hecho real de que aquél fue crucificado porque, en efecto, era el sucesor de Herodes en el trono judío.
Elmer Mendoza, El amante de Janis Joplin. Esta novela está poca abuela. Además de ser un compendio de insultos y jerga del bajo mundo del narcotráfico -que Pérez-Reverte intentó explorar ese bodrio stereojoyesco que es La reina del sur- es una historia trepidante que si algún día los productores de cine deciden adaptarla para la pantalla grande (esto sonó como a periodista de espectáculos, no?), espero que no incluyan en el reparto a los hermanos Bichir, pero sí a Chucho Ochoa, que un tipazo interpretando personajes fanfarrones.
En fin, que espero escribir con mayor regularidad a partir de la próxima semana.
Ya sólo me queda calificar el ensayo que a modo de examen final les dejé a los chavos para poder completar sus evaluaciones.
En general fue un buen grupo. Vinieron de menos a más y a diferencia del sentimiento de angustia que experimenté a mediados del semestre, ahora creo que me siento satisfecho. Si no aprendieron todo lo que debieron haber aprendido, por lo menos aprendieron a escribir con un mínimo de corrección, y a expresar sus ideas con cierto orden y coherencia. La regla es muy simple: comenzar por el principio siempre es de gran ayuda.
Y bueno, sobra decir que ya me siento más tranquilo. Ahora tengo menos trabajo; de hecho sólo me queda lo del PAIIT, lo de la campaña, lo de las traducciones, lo de la sesión del consejo distrital, mis clases de macramé, lo de organizar otro asalto en las Lomas para robar un miserable reloj a alguna conductora de televisión ridícula y antipática, cuidar al perro de mi vecina, sacar la basura que se ha acumulado en la cocina, enfrentar a las ratas y pepenadores que se la quieren adueñar, convencer a mi otra vecina de que el mundo se va a acabar y que yo no puedo morir sin antes conocer los favores de su suculenta figura, cumplir la notificación de la Tesorería para pagar el adeudo por concepto de predial, acomodar los libros que se apilan con inestable equilibrio en mi escritorio, sacar el sandwich plátano con mermelada de kiwi que hace como muchas semanas está al fondo de mi gaveta y despide un tufo medio emético, y seguirme preguntando por qué mi vida es miserable.
Como mis estimados educandos ya se fueron de vacaciones, fiel a mi costumbre les recomendé algunas novelitas para pasar el rato. De todos los tres que aquí me leen no sé cuántos tendrán vacaciones, pero de todos modos les dejo hago las mismas recomendaciones:
Olga Barrio, Que me parta un rayo si termino convertido en pirata. Una novela muy padre, que evoca el mejor estilo de Stevenson y Conrad. Es literatura 100% para chavos.
Robert Graves, Rey Jesús. Es una historia sobre la vida de Jesús contada desde la perspectiva de un personaje construido por Graves, que intenta mostrar el hecho real de que aquél fue crucificado porque, en efecto, era el sucesor de Herodes en el trono judío.
Elmer Mendoza, El amante de Janis Joplin. Esta novela está poca abuela. Además de ser un compendio de insultos y jerga del bajo mundo del narcotráfico -que Pérez-Reverte intentó explorar ese bodrio stereojoyesco que es La reina del sur- es una historia trepidante que si algún día los productores de cine deciden adaptarla para la pantalla grande (esto sonó como a periodista de espectáculos, no?), espero que no incluyan en el reparto a los hermanos Bichir, pero sí a Chucho Ochoa, que un tipazo interpretando personajes fanfarrones.
En fin, que espero escribir con mayor regularidad a partir de la próxima semana.
P.S Confirmado: Obama va. Lo deseable, lo que literalmente todo el mundo esperaba que sucediera, sucedió. El joven senador de color (negro) va contra el bastonero McCain por la Presidencia de Estados Unidos. Si algo extraordinario en el camino, como por ejemplo su asesinato días antes de la elección, no sucede, todo parece indicar que Obama se perfila como el próximo ocupante de la White House.
Escéptico y aguafiestas como soy, pienso que su llegada a la Presidencia no cambiará en mucho la relación de Estados Unidos con el resto del mundo. Si algo claro tiene el stablishment de Washington, es la promoción y defensa de los intereses comerciales, geopolíticos y militares que han permitido que Estados Unidos mantenga su hegemonía.
Así que con todo y su sonrisa de anuncio de dentífrico y su esposa que, como dice mi amigo Omar Astorga, está para “la maldad”, al final del día el futuro Mr. President tendrá que adaptarse al patrón establecido por los anteriores presidentes. Eso o terminar como Jimmy Carter haciendo turismo político por todo el mundo; o como Bill Clinton, pagando los caprichos de su esposa.
2 comentarios:
Solo puedo pensar en una cosa, que clase das?? o.O
Creo que en alguna ocasión me lo mencionaste, pero debo confesarme de padecer de ciertas lagunas mentales, y lo olvidé x.x
Que bueno que ya estés libre de tus clases!!! aunque siento que tu aún lista de actividades es bastante extensa o.O, lo mío se remite a terminar lo mejor posible mi semestre y vaguear con mis amigos en cuanto lleguen xD
Hay que seguir de cerca los comicios electorales de Estados Unidos. En el escenario ideal, Barack Obama puede convertirse en presidente, pero como tu bien dices, muchas cosas pueden suceder antes de que eso ocurra.
¡Qué tengas bonita semana!
Elisa
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