Y pasaron cinco meses para que pudiera acordarme de que soy propietario de este blog.
Debo reconocer con vergüenza que me he hecho fan de las redes sociales, su fruslería y su aspiracionismo.
Si algún lector extraviado llegó hasta aquí y leyó alguno de los textos que solía escribir cuando era inteligente, y piensa que sería interesante leer alguna que otra estupidez de las que escribo, pero ahora en tiempo real, con toda confianza agrégueme al cara libro.
Ya por ahí se me ocurrieron dos que tres temas de los que podría escribir de esos largos, enrevesados pero entretenidos textos que solía publicar aquí.
A ver si todavía me acuerdo.
Pero en tanto eso sucede, un saludo para todos. Todavía me encuentro de vez en cuando algún comentario nuevo para alguno de mis textos pasados. Eso me motiva, pero al parecer no lo suficiente como para retomar la consistente inconsistencia que me ha caracterizado al momento de escribir.
Saludos
1 comentario:
ahhh pos ta wueno.... los guilty pleasures de las social networks son inevitables.
esperemos el regreso a ver si llegas con bombo y platillos.
por aca sigo.
Publicar un comentario