14 feb 2013

¡Resistencia!

Mientras escribo estas líneas suena a todo volúmen en mis audífonos ese sublime himno a la subversión compuesto por Ska-P que lleva por título "El vals del obrero". Quizá por eso mi espíritu contestatario está hoy particularmente más encedido en contra de uno de los rituales de la sociedad del consumo más ascendrados y recalcitrantes: efectivamente, el festejo del 14 de febrero.

Sin embargo, debo suponer que en algún momento a lo largo de todos estos años he aprendido el díficil arte de la corrección política, pues en lo que va de este día he respondido con una sútil sonrisa y un discreto silencio a quienes al encontrarme o saludarme me dicen "felicidades", en alusión a la fecha en la que presuntamente se celebra al amor y a la amistad. En otras circunstancias tal vez les hubiera respondido con una elaborada ironía que seguramente sus limitados razonamientos no hubieran alcanzado a procesar. Pero al paso del tiempo uno va madurando (como las frutas) y aprende a dejar pasar de largo las nimiedades. De ahí que pueda tolerar el día de hoy todas las ridiculeces que se publican en las redes sociales, los comentarios sosos y secretariles que se vierten en los pasillos de las oficinas, las escenas insulsas de vendedores de globos de helio en las calles, el tráfico en las inmediaciones de los hoteles y la imposibilidad de beber tranquilamente un café en cualquier establecimiento público sin tener que esperar en una fila kilométrica.

Sí, lo sé.

El estimado lector que en este preciso momento desperdicia algunos minutos de su tiempo leyendo esta bagatela seguramente estará pensando "pero qué resentido está este güey". Pero no se apure a elaborar su juicio y más bien deténgase un poco -lo invito- a pensar si festividades como ésta no son acaso instrumento para fomentar el consumo, trivilizar lo que debería de ser trascendente y anestesiar el espíritu crítico que debería de prevalecer en las sociedades para volveras más libres y conscientes. Y sí. Una vez más lo digo para que usted, amable visitante de este blog, lo sepa: el amor es un producto burgués.

Pero más que eso y antes de que se comience a pensar que mi conclusión es producto de la lectura de algún vulgar panfleto pseudo marxista (he leído directamente a Marx, pero no sólo al viejo barbón, amargado y apestoso del "Manifiesto del Partido Comunista" y "La ideología alemana", sino al Marx profundamente sistemático de los "Grundrisse"), pienso que el sentido burgués del amor si bien absorbe los rasgos principales de esta conducta determinada por la totalidad histórico-social formada por el modo de producción y su superestructura política e ideológica, es principalmente heredero de las características del amor cortés desarrollado en la Alta Edad Media.

El sentido de sumisión a la pareja, su idealización, el permanente desafío de calamidades y amenazas, los sentimientos de angustia y ansiedad generados por el comportamiento distante y esquivo del sujeto amado, la disparidad del origen social de ambos, son aspectos del amor cortés que han logrado sobrevivir en la modernidad y han sido potenciados por la industria sentimental de consumo desarrollada por el capitalismo, que mediante la cosificación de lo abstracto ha logrado desarrollar formas superfluas de comunicación que en cierta medida impactan en la microfísica de las relaciones afectivas y explican las atrofias, disfuncionalidades y anomias colectivas.  

Ante esa realidad debería de existir una teoría y una praxis de emancipación contra la falsa realidad del amor burgués que, parafraseando a Gramsci y a Poulantzas, es empleada como un aparato de dominación ideológica del bloque en el poder para afianzar su hegemonía y asegurar su reproducción. Pero eso difícilmente sucederá.

Así que no queda más que ser la voz que disiente, gritar en el desierto o arrojar al oceáno la botella que contiene el mensaje.

En algún momento deberá ser leído.

P.S.: De parte de los juglares medievales:

Ell amor ha tales mañas
que quien no se guarda dellas,
si se l’entra en las entrañas,
no puede salir sin ellas.


Ell amor es un gusano,
bien mirada su figura:
es un cánçer de natura
que come todo lo sano.


Por sus burlas, por sus sañas,
dél se dan tales querellas
que, si entra en las entrañas,
no puede salir sin ellas.
(Florencia Pinar).

* * *
Es amor vna passión
En las entranyas nascida,
Que faze su producción
En nuestra cogitación
Por desorden conoscida;
La qual es introduzida
Por alguna facultad
Del objecto producida,
E del todo referida
A la nuestra voluntad.
(Hugo Urríes).

Antonio Chas Aguión, "El amor ha tales mañas". Descriptio Amoris en la poesía de Cancionero, Cancionero General, 2, 2004, Universidad de Vigo.

3 comentarios:

M.S. dijo...

Doctor, quien no lo conozca pensará que es usted un ultra después de leer este texto.

Pero a quienes lo conocemos nos resulta hasta graciosa su actitud izquierdosa porque sabemos que es pura pose.

En realidad usted es un elitista que usa trajes YSL y accesorios Tommy, ah no, perdón, ahora cambió a Perry Ellis.

Pero tiene razón, a lo mejor me estoy apresurando y lo estoy juzgando mal. Ese estilo de vida y su trabajo como cabildero de los intereses económicos de una empresa transnacional debe ser bien contestario.

Ya no sea tan mamón doctor. Si la gente quiere celebrar el día del perro y el día de las piedras y hacer de ello una ocasión para ir a gastarse su dinero, déjelos. Eso no los hará ni más estúpidos, ni menos inteligentes.

Tratar de decir que todos los que no han leído a Marx -que ya es objeto de estudio arqueológico- son unos manipulados por el sistema es bastante déspota; sobre todo cuando recuerdo que usted era uno de los críticos de los trostkos y maoistas que habían en la Facultad. Así que ahora no venga a tratar de venderse como el más subversivo de todos los subversivos, porque por si no se ha dado cuenta, lo que piensa y escribe no es congruente con lo que hace.

En fin, ya sabe los recargoncitos son siempre con cariño; nada más para que no comience a levitar y se aleje del piso.

Cuídese doctor y feliz día de san Valentín.

M.S.

Unknown dijo...

Con todo respeto, váyase a la chingada Dr. Usted cree que es un ser puro nada más porque nunca ha salido de su cubículo, lee diarios franceses e intenta darle clases a una bola de analfabetas funcionales que por defecto de los vicios del sistema educativo pudieron llegar a la universidad para hacerle creer a tarados como algunos que usted y yo conocemos, que son brillantes profesores.

Tal vez mi actitud "izquierdosa" sea de pose. Pero yo no voy a congresos a Brasil y Tailandia subvencionado con recursos públicos, ni juego a ser intelectual de morral y saquito, como usted, que se la pasa tomando café en La Selva Café leyendo mamadas rebuscadas de autores franceses insulsos para impresionar a sus alumnitas tontitas.

Y sí. A lo mejor a mi se me acaba el entusiasmo donde se termina el pavimento. Pero no ando firmando manifiestos pendejos de momias bastoneras como su "Elenita". Ni me "indigno", ni ando en asambleas de pirrurris perfumados como usted, que juegan a tener conciencia social creando hashtags en Twitter.

Le sigo? O pide esquina? Para que vea que yo también puedo dar "recargoncitos". Y su pinche felicitación se la puede meter por donde más le queda.

Con el cariño de siempre,

LicCARPILAGO dijo...

Clap, clap, clap!!!
mas, mas recargones que la seccion comentarios esta mas hot que el post en blog!!!