No puede ser. Me doy a mi mismo. Hasta ahora, después de no sé cuántas semanas, he podido venir al blog a escribir algo.
Pero el problema no es escribir o no; el problema es que no se me ocurre ni madr... nada, no se me ocurre nada. Tan sólo se me ocurre quejarme amargamente porque el viernes pasado que fui a la Feria del Libro en el Palacio de Minería, con la finalidad de autoregarlarme unos libros por el día de mi cumpleaños, que fue el pasado martes 25 de Febrero (por si alguien gusta anotar la fecha para el próximo año); el viernes, decía, fui a la Fería del Libro nomás a hacer puros corajes. Nadie me dijo que cerraban a las 9 de la noche los muy culer... mala onda. Y ahí voy yo de güey a comprar mi boleto como a las 8:40 y ni siquiera en la taquilla tuvieron la gentileza de avisarme que faltaban 20 minutos para que cerraran.
Sólo hasta que entré y vi que estaban cerrando los stands y avisaban por los altavoces, caí en la cuenta de que era inútil. Me sentí como señora shoppaholica que es corrida del centro comercial por el personal de seguridad.
Y bueno, sobra decir que no compré ni madres; bueno, en realidad sólo compré un libro de Martín Gardner y uno de Dietrich Swanitz, y ya.
Mi intención era comprar muchos más; de hecho había destinado cierta cantidad de dinero, pero ni modo, esos culeros de los organizadores y vendedores se lo pierden. Ahora de puro curaje iré a gastarme esa lana a Gandhi que dicho sea de paso, ofrece mejores promociones y descuentos.
En fin, que terminó Febrero y comenzó Marzo, no sé para ustedes, pero para mi el año va a un ritmo trepidante y qué bueno, porque así pasarán más rápido las furias de la economía.
Muchas gracias a Paola Estrada por sus comentarios provocativos y melodramáticos. Si no estuviera seguro de que eres colombiana, diría que eres bien mexicana, por aquello de los melodramas rancheros que sueles hacer cuando describo los problemas de tu país. Y bueno, haz caso a los expertos y aprende a reirte de tu situación, si nosotros los mexicanos fueramos tan temperamentales como tú, hace tiempo que hubieramos hecho realidad la letra nuestro himno, y cual soldados que en cada hijo tiene nuestra patria, ya nos hubieramos lanzado a la guerra nomás por un gritito.
En fin, saludos para ti, que al menos eres una de las contadas personas que leen este espacio cada vez más abandonado.
Un saludo para Juan también, que ha sido testigo involuntario de los lances que he tenido que sostener con la siempre belicosa e impulsiva Paola.
3 comentarios:
¿una crisis de fe al teclado y monitor? estoy recobrándome de una, las conozco bien.
y nada de involuntario, au contraire, completamente voluntario!!
No me diga que estuvo refea la organizacion de la FLPM y eso que queria mandar a una de mis parientas a comprar libros. Ja! Cada dia hay diletancia por todos lados.
En este blog me han pasado por cuanto calificativo pueda existir, desde buena amiga, pasando por el tamiz comparativo de la literatura griega, de chovinista impulsiva, melodramática y hasta defensora de los cantantes de vallenato, pop, ranchera y ese género que canta el Arj...Ese!.
Sólo faltaba que me tildaran de "Belicosa"!!!... Y bueno, por fin llegó el momento...
A todos los lectores decentes (y pa´los indecentes también) de éste blog, les aclaro (por si las moscas), que yo lo único que tengo bélico es un juguete que le decomisé a mi sobrino de 5 años.
Y a ti Víc, pues nada, siempre es un placer leerte, aunque tu musa inspiradora haya salido con firmes decisiones de demorarse en el viaje... Es broma, siempre escribes bien (y tú lo sabes... es un don que simplemente se tiene ó no se tiene, y vaya que eres afortunado!).
Espero que éste marzo te traiga buenas cosas... Y ojalá no se acabe, ya que empieza abril y ay! Dios... snif.
Pásala bien, y espero algún día poder hablar nuevamente, así se apor msn ó por teléfono... tengo mucho que contarte.
Saludos,
Paola, la inofensiva, Paola
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