26 ago 2009

Mochilas

Ayer por la mañana leía una nota que apareció en varios diarios –no es por presumir, o por quejarme, según se quiera ver, pero diariamente leo nueve periódicos- en la que médicos del Seguro Social recomendaban que el peso de las mochilas que cargan los chavitos que van a la primaria no debe exceder el 10% de su peso y talla, porque en caso contrario podrían sufrir lesiones lumbares que se harán explícitas cuando ya sean adolescentes.

En ése momento asocié mis recurrentes lumbalgias con el hecho de que cuando era chaval, tenía que cargar una mochila que pesaba todos los kilos imaginables; hasta parecía tortuga ninja. Así que por culpa de la deficiente educación ofrecida por el miserable Estado mexicano, que nos obligaba a cargar unos libros de texto de ediciones horribles impresas en papel reciclado, hoy millones de personas de mi generación y de generaciones anteriores y posteriores padecemos periódicos dolores de espalda baja.

Por eso es que cuando leía esa nota, e incluso desde antes, cuando vi por primera vez las mochilas de rueditas circular por las inmediaciones de las escuelas, en lugar de sentirme reconfortado porque los chavitos ya no cargarían más con el mismo peso que cargamos muchas generaciones de estudiantes que ahora somos orgullosos analfabetas funcionales, dejé que aflorara mi resentimiento de tipo lopezobradorista y pensé: “porqué ellos van a tener que evitar los pesares que padecimos las generaciones que los procreamos (porque conozco gente de mi generación que ya tiene hijos inscritos en la primaria), ¡ni madres! ¡qué se chinguen también ellos, los muy culeros!”; y es que digo, ya suficientemente fácil lo tienen con i pod, celular, notebook y wii, como para que todavía tengan que ahorrarse el penar de cargar su propia mochila los muy golfillos.

Supongo que desde la comodidad de mi soltería poco me importa la salud de un mozalbete que tiene que cargar 10% más de su propio peso todos los días, y que talvez después mi perspectiva al respecto cambie. Pero mientras eso sucede, y dudo que algún día pueda suceder, seguiré manifestándome en contra de hacerles la vida fácil. A esos apestosillos ya les tocó nacer en un ambiente de mayor libertad, tolerancia y respeto y quizá por ello no lo valoren tanto como nosotros o nuestros padres, a quienes aún les tocó la apoteosis de un régimen de partido dominante y el monopolio cultural e informativo de Televisa.

Como sea, el otro tema del que quiero escribir es que me doy pena a mi mismo por estar gordo. Pero espero dejar de autocompadecerme cuando baje 8 kilos en dos meses, como resultado del régimen al que me sometió la doctora de la clínica de control de peso a la que acudí el fin de semana. Y es que resulta que eso de estar sentado frente a una computadora durante todo el día ha resultado contraproducente para mi metabolismo, porque pasé de 74 a 80 kilos en menos de un año.

La verdad eso de seguir una dieta específica y tener que aguantarme las ganas de comer tacos, quesadillas o flautas de las que venden en los puestos callejeros que hay en cada esquina de cada ciudad y cada pueblo de este país garnachero, no es nada fácil. Pero el objetivo de evitarme problemas de salud en el futuro creo que lo vale.


Y a propósito de garnachas, hace poco encontré este audio en youutube, que es de uno de los promocionales de los juguetes radioactivos que se anunciaban en Radioactivo 98.5, ésa legendaria estación de música alternativa situada en la Ciudad de México durante los maravillosos años noventa. En fin, que dénle play al promo de la "Barbie condechi", que es una crítica super corrosiva a las chicas chic que piensan que piensan, y que pululan por los bares y cafés de la colonia Condesa.


3 comentarios:

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

jajaja lo de las mochilas, hasta la fecha cargo una mochilota, no tengo solución.
saludos

Dolores Garibay dijo...

Ahora entiendo por qué no crecí más de metro y medio...

Todavía el año pasado tenía la costumbre de cargar una mochila de tamaño "mete un muerto" hasta que me jodí la cadera y la espalda. Ahora cargo una bolsa con lo indispensable.

Está excelente el podcast de radioactivo :D


besos chilangos

Malinata dijo...

RADIO ACTIVO!!!! Pero entonces no soy tan vieja como pensaba jijji.
Y con respecto a lo de las mega mochilas, qué te puedo decir yo, que todavía cargué los libros de historia antiguos... Ahora entiendo por qué la renovación a los temas históricos en los libros de primaria, para evitar este jodido dolorcito que nos aqueja a muchos... Será?
Ya nadie sabe, a lo mejor estamos desvalorando la increible visión que tienen los editores de los textos de primaria oficial.... por eso la reducción ;)