La ventaja de que este sea un espacio casi anónimo es que no hay lectores oficiosos cuidando la sintáxis y el estilo; en caso contrario ya me hubieran acribillado por la errata en el título de post anterior. Y digo errata porque al momento de poner los dos puntos use la tecla suprimir y me volé la h de hay.
Como sea, quise curarme en salud y aclarar acá que tengo muy clara la diferencia entre "ay" como exclamación y "hay" como la conjugación del verbo haber en tercera persona del singular.
En otro punto, quiero comentar que después de más de un mes de haberlo dejado, por fin comencé a leer de nuevo; es decir, no es que haya dejado de leer leer, porque eso lo hago todos los días, si no que más bien había dejado de leer literatura.
Y qué mejor forma de retomar el hábito que con una novela de Jostein Garder, el autor de El Mundo de Sofía, quien fiel a si formación filosófica, escribió una historia -Maya- en la que los personajes disertan sobre la teoría de la evolución y el sentido de la existencia, formulando preguntas del tipo "¿cómo de grande es la posibilidad de que algo pueda nacer de la nada?" ó "¿qué probabilidad hay de que algo haya existido siempre?" para luego proseguir con una reflexión como esta: "todos nos hacemos esa clase de preguntas. Lo que ocurre es que no tienen respuestas... el que una respuesta no esté a tu alcance no significa que no exista".
En fin, que es una buena novela de esas que mueven a pensar más allá de cuestionamientos ramplones acerca de pueriles teorías de la conspiración al estilo de Dan Brown; que por cierto, existe un blog donde se puede crear el guión para escribir nuestra propia novela al estilo del Código Da Vinci.
Y ya, por hoy he cumplido la meta de mi terapia.
2 comentarios:
oficiosamente en este post otra fe de ratas (porque las ratas tambien tienen su fe)
Dice>"...Sofía, quien fiel a si formación filosófica, escribió..."
Debe decir>"...Sofía, quien fiel a su formación filosófica, escribió..."
oficiosos y ociosos saludos Vic.
Si no lo publica, ni me entero, en lo personal lejos de dedicarme a revisar su ortografía cuando lo leo, más bien me proecupo por mejorar lo más posible la mía, como hoy! que dado el tema he tenido que ir a mi diccionario más de 4 veces intentando no quedar como una tonta a pesar de mi cultura tan vital... jajaja
oiga!!! y ahora que lo pienso... yo creo que debería tratarlo con más desparpajo y menos educación, a ver si así me gano el derecho a que me responda un comentario... No si hay que ver "a quién le gusta la mala vida, le gusta la mala vida" jajajaja
Saluditos azúcarados, no lo regaño más, hoy sería muy cruel lo dejaré para otra ocación. y si tengo mala ortografía... disimule! sea noble y gentil con las ancianas...
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