Por fin el dolor en las yemas de mis dedos ha cedido un poco, y ya puedo escribir con mayor fluidez.
Reconozco que he abandonado un poco este espacio dedicado a nada en especial. Sin embargo no ha estado en mi... bueno, sí ha estado en mi estupidez, la causa de este abandono involuntario.
Pero ya casi estoy de regreso. En estos días he pensado en mucho temas acerca de los cuales escribir un par de líneas. Algunos son muy coyunturales y otros casi perenes, como la confrontación arabe-israelí en la Franja de Gaza.
Es realmente terrible e indignante lo que hacen los judíos con los árabes en ese agreste y estrecho terreno de asentamientos humanos, en los que la supervivencia se ha convertido en un privilegio y hasta casi en un milagro.
Indigna, sobre todo, que las conciencias políticamente correctas que denuncian cualquier intento de discriminación y de xenofobia, no alzen la voz para denunciar los atropellos que a diario cometen los judíos en contra de niños y mujeres inocentes y ajenos a las ambiciones político-territoriales de sus dirigentes.
Al parecer a esas nuevas generaciones de judíos se les ha olvidado que sus padres fueron objeto de persecuión y exterminio sistemático, a inicios del siglo XX.
No han pasado ni siquiera 100 años, y esos judíos que se supondría, serían heredores de un humanismo y pacifismo ejemplares, hoy matan con alevosía,ventaja, descaro e ira, a los palestinos; hombres y mujeres que por todas armas cuentan tan sólo con hondas, palos y piedras.
Cierto, también están los grupos extremistas en ambos lados. Sin embargo el extremismo se alimenta por el odio, la exclusión y el rechazo. Prácticas todas ellas que han sido mucho más evidentes del lado israelí, con la complacencia e indolencia del mundo occidental.
En fin, creo que en esta ocasión escribí desde la trinchera de la militancia política; pero tenía que hacerlo. Talvez no sirva de nada, pero mientras alguien más comparta mi preocupación, habrá valido la pena.
2 comentarios:
Me da gusto que te encuentres mejor de salud.
Es lamentable que las personas inocentes y con menos posibilidades de supervivencia, sean quienes padecen las injusticias derivadas de intereses políticos.
Quizá en muchos judíos prevalece la idea de que la humanidad está en deuda con ellos. De cualquier forma, nada justifica la manera tan violenta en que atentan contra la vida de quienes consideran sus enemigos.
Es terrible la situación que usted plantea, es deprimente ver tales situaciones y más que verlas descubrir que las creencias y convicciones de gente inocente son pisoteadas quiza por quienes menos se piensa.
Desgraciadamente vivimos en un mundo donde el poderoso adquiere más poder día con día; pisotea, devasta con una sutileza que es imposible, para la gente sencilla que se deja llevar por los discursos de unos cuantos, percibir su tiranía.
vivimos en un mundo disfrazado de buenas intenciones que en realidad es un mundo de traiciones. Que estupidez tan grande reina en la humanidad, mientras los sencillos intentamos vivir nuestras conviciones en las aulas, los hospitales, las iglesias y las fabricas; nuestros dirigentes aprovechan cada instante moviendo los hilos de esta marioneta llamada sociedad...
¿quien paga el precio de tanta astucia y tiranía si no es la gente sencilla, la que si recuerda que fué perseguida y que desea vivir en paz?
Hace meses descubrí que incluso podemos cruzarnos con judíos, musulmanes que aman sus creencias tanto como reprueban las actitudes tan salvajes que adoptan algunos de miembros de su grupo.
triste amigo, muy triste y deprimente sentirse tan pequeño frente a este enorme monstruo de traiciones llamado sociedad.
saludos.
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