En el colmo de mi propia estupidez, hace momentos me encontraba editando un texto para publicarlo aquí, cuando no sé porque rejijos en lugar de guardarlo lo eliminé.
Ya no sé qué me irrita más, si mi idiotez o mis lapsos de sustracción del mundo de lo concreto, que en estos días se han vuelto más constantes.
Pero lo que definitivamente me encabrona es que ése texto me había quedado muy bonito, era un relato acerca de la tormentosa y telenovelesca relación tan cursi como intelectual, que sostuvieron José Vasconcelos y María Antonieta Rivas Mercado, allá por los años treinta del siglo pasado.
En fin, que volveré a escribirla ahora que todavía tengo las ideas frescas y sé casi de memoria las líneas que había redactado.
Para mi estimado amigo Juan V. aquí te dejo una dirección de correo a la que me puedes escribir pa que te dé la otra dirección de correo que sí uso: victor.zuniga@itelcel.com
2 comentarios:
Oops again, creo que no me di cuenta del orden de tu barra de comentarios y estoy poniendo todo chueco.
Este comentario es la disculpa, el del texto anterior es para este, el del que sigue del de más arriba...
¡Esto del condicionamiento, como siempre las mujeres vamos abajo!
VEMOS, ES VEMOS EN LUGAR DE VAMOS...jijijijijijijii
Estos actos fallidos del señor don Freud... creo que en algunas cosas si tenía razón jajajajajajajjaja.
La musiquita está en la parte final del blog, la puse hasta allá porque en la barra lateral no cabía.
Un abrazo para ti mamá.
Publicar un comentario