23 feb 2008

Paradoja

Cuando somos niños ansiamos que el día del cumpleaños llegue. La fiesta, el pastel, los regalos, los amigos de la escuela. Cumplir años es una de las fechas más importantes del calendario, junto con las vacaciones de verano, la Navidad, el Año Nuevo y el día de Reyes.

Con el tiempo, como es obvio, crecemos. Perdemos la inocencia y junto con ella la ilusión. Surge el cuestionamiento, la reflexión, la angustia soterrada disfrazada de madurez o indiferencia.

La espera se convierte en impaciencia y la fe en escepticismo.

Crecer, sin duda, duele.

5 comentarios:

Luis dijo...

Efectivamente, sobre todo porque crecer significa decepcionarse ante lo que esperabas de la vida precisamente cuando eras pequeño. Todo resulta mucho más cutre.

Paola dijo...

No exageres... Lo verdaderamente cruel del asunto de crecer es no tener el suficiente dinero para ir al cirujano plástico cada vez que la elasticidad de la piel lo requiera...jajaja!.

Feliz Cumpleaños Doctor Zúñiga, pásala bien en este tu día.

Que Dios te bendiga siempre.

Paola

Anónimo dijo...

El paso de los años nos hace ver la vida de forma diferente.
Como tu bien dices, crecer duele, pero a la vez es una oportunidad para acumular nuevos conocimientos y experiencias.
Muchas felicidades por tu cumpleaños, espero que pases un día estupendo.
Saludos y un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo ya felicité via SMS eh maese??
Saludos!!!

Anónimo dijo...

Estimado amigo Vic, hoy sin la payasada de Doctor -aunque en realidad eres muy brillante- quiero felicitarte aquí, para no quedarme atrás respecto a tus lectores.

Sabes que te aprecio, te admiro y que es un honor contar tu amistad.

Nos vemos el viernes. Como siempre, yo llevo los Camel.

¡¡Felicidades!!

Mauro