Esto es un adelanto de lo que publicaré mañana.
La verdad es que soy un idiota, pues hoy por la mañana, mientras revisaba los archivos que pasaría de mi compu personal a la memoria USB para traérmelos a la Facultad, olvidé pasar el archivo de mi siguiente post.
Sí, lo sé. Soy bien torpe. Pero si vale a modo de justificación, tengo que decir que todavía no tomaba mi café reglamentario y quizá eso propició que olvidase el archivo. De cualquier manera, estaba incompleto y pensaba terminar de escribirlo precisamente ahora que el changarro está tranquilo.
La cosa es que con todo este borlote que ha propiciado el hecho de que otras "tribus urbanas" -término por lo demás contradictorio, como aquel de insensible socialista que atinadamente denunció mi amigo Luis (gracias Luis, la verdad no esperaba menos de ti)- han querido tomar como sparring a los denominados "emos", para propinarles sendas madrizas, pues se me ocurrió escribir acerca de ellos.
Y bueno, de paso aclaro por qué el término "tribús urbanas" es contradictorio: una tribu es una forma de organización social tradicional; lo demás creo que resulta obvio. Una de las características de la modernidad, como estadio cultural opuesto y superior a la tradición, es una urbanización, que supone dejar atrás las formas de organización atávicas.
En fin, de una vez aprovecho para agradecer sus opiniones acerca de la pregunta maldita sobre mi pretendida insensibilidad socialista. Y pues de una vez aclaro: insensible sí soy; pero socialista, lo que se dice socialista, pues no. El socialismo supone como valor principal la igualdad. En lo personal prefiero, por sobre todos los valores, la libertad; de lo que se sigue que soy medio liberal. Sin embargo, siempre me han dado miedo los tipos que abiertamente definen su orientación ideológica, porque generalmente se inscriben en la ideología contraria. Así por ejemplo, siempre hay que salir corriendo cuando escuchen que alguien se declara decididamente demócrata, porque en realidad es un vulgar tiranuelo.
En alguna ocasión, no recuerdo si fue en un coloquio quesque de jóvenes escritores al que, ahora que lo pienso no sé por qué me invitaron, si yo ni escritor soy; decía pues, que creo que fue en ese coloquio, donde un asistente me soltó sin compasión una pregunta maldita: "¿es usted de izquierda o derecha?".
Como percibí que la pregunta había sido formulada con muy mala leche, pues se me ocurrió responder que en el fut pateaba generalmente con la izquierda, pero que en el beis bateaba con la derecha. Y después de ridiculizar a mi interrogador, dije que en realidad la derecha y la izquierda como posiciones políticas eran muy relativas, y que se definían en función de determinados planteamientos y referentes sociopolíticos. Que en lo personal prefería identificar la simpatía con tal o cual doctrina ideológica, porque eso permitía conocer más o menos la forma de pensar de una determinada persona, más que la genérica distinción entre izquierda y derecha. Y que si tal fuera el caso, entonces yo me definía como ambidiestro.
Así que si acá también tal es el caso, pues vuelvo a repetir, soy ambidiestro. O bien, como último recurso, me declaro anarcotabaquista. Whatever it means.
P.S Sigo leyendo La catedral del mar ¡Qué historia! Simplemente está poca abuela. La recomiendo ampliamente, en verdad. Hacía mucho tiempo que no leía algo tan bien escrito, con una trama envolvente, con unos personajes perfectamente definidos. Sensacional. Sensacional.
La verdad es que soy un idiota, pues hoy por la mañana, mientras revisaba los archivos que pasaría de mi compu personal a la memoria USB para traérmelos a la Facultad, olvidé pasar el archivo de mi siguiente post.
Sí, lo sé. Soy bien torpe. Pero si vale a modo de justificación, tengo que decir que todavía no tomaba mi café reglamentario y quizá eso propició que olvidase el archivo. De cualquier manera, estaba incompleto y pensaba terminar de escribirlo precisamente ahora que el changarro está tranquilo.
La cosa es que con todo este borlote que ha propiciado el hecho de que otras "tribus urbanas" -término por lo demás contradictorio, como aquel de insensible socialista que atinadamente denunció mi amigo Luis (gracias Luis, la verdad no esperaba menos de ti)- han querido tomar como sparring a los denominados "emos", para propinarles sendas madrizas, pues se me ocurrió escribir acerca de ellos.
Y bueno, de paso aclaro por qué el término "tribús urbanas" es contradictorio: una tribu es una forma de organización social tradicional; lo demás creo que resulta obvio. Una de las características de la modernidad, como estadio cultural opuesto y superior a la tradición, es una urbanización, que supone dejar atrás las formas de organización atávicas.
En fin, de una vez aprovecho para agradecer sus opiniones acerca de la pregunta maldita sobre mi pretendida insensibilidad socialista. Y pues de una vez aclaro: insensible sí soy; pero socialista, lo que se dice socialista, pues no. El socialismo supone como valor principal la igualdad. En lo personal prefiero, por sobre todos los valores, la libertad; de lo que se sigue que soy medio liberal. Sin embargo, siempre me han dado miedo los tipos que abiertamente definen su orientación ideológica, porque generalmente se inscriben en la ideología contraria. Así por ejemplo, siempre hay que salir corriendo cuando escuchen que alguien se declara decididamente demócrata, porque en realidad es un vulgar tiranuelo.
En alguna ocasión, no recuerdo si fue en un coloquio quesque de jóvenes escritores al que, ahora que lo pienso no sé por qué me invitaron, si yo ni escritor soy; decía pues, que creo que fue en ese coloquio, donde un asistente me soltó sin compasión una pregunta maldita: "¿es usted de izquierda o derecha?".
Como percibí que la pregunta había sido formulada con muy mala leche, pues se me ocurrió responder que en el fut pateaba generalmente con la izquierda, pero que en el beis bateaba con la derecha. Y después de ridiculizar a mi interrogador, dije que en realidad la derecha y la izquierda como posiciones políticas eran muy relativas, y que se definían en función de determinados planteamientos y referentes sociopolíticos. Que en lo personal prefería identificar la simpatía con tal o cual doctrina ideológica, porque eso permitía conocer más o menos la forma de pensar de una determinada persona, más que la genérica distinción entre izquierda y derecha. Y que si tal fuera el caso, entonces yo me definía como ambidiestro.
Así que si acá también tal es el caso, pues vuelvo a repetir, soy ambidiestro. O bien, como último recurso, me declaro anarcotabaquista. Whatever it means.
P.S Sigo leyendo La catedral del mar ¡Qué historia! Simplemente está poca abuela. La recomiendo ampliamente, en verdad. Hacía mucho tiempo que no leía algo tan bien escrito, con una trama envolvente, con unos personajes perfectamente definidos. Sensacional. Sensacional.
2 comentarios:
Hola:
Un saludo cordial desde Concepción, Chile.
Atentamente,
Luis Roco C.
Kiosco Salo Concepción
Creo que el comentario que motivó el post anterior, causó controversia entre quienes te leemos y aún tú mismo.
Respecto a tu adelanto, va a ser interesante leer tu publicación acerca de los emos.
Entre muchas de las versiones que se manejan sobre quien ha orquestado los ataques contra ese grupo, se maneja que el grupo de ultraderecha denominado el yunque está detrás de esos acontecimientos.
Si existe alguna relación al respecto y tu tienes conocimiento del tema, sería interesante que lo comentaras en algún post.
Saludos para ti.
Elisa.
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