29 dic 2008

Cuando el amor llega así de esta manera...

En Latinoamérica ocurre algo bien extraño: a falta de una sólida tradición filosófica universitaria, tenemos una vasta experiencia de eso que Henri Bergson denominó como “filosofía de la vida”. Nuestros filósofos patibularios se inscriben en la más original tradición socrática de la taberna, las mujeres y el vino. Ellos no necesitaron ir a La Soborna o a Friburgo para recetarnos frases de una profundidad existencial insondable como “amar es sufrir y querer es gozar”, o como “la vida no vale nada/comienza siempre llorando/y así llorando se acaba/por eso es que en este mundo/la vida no vale nada”.

Puede ser que en Argentina nunca lleguen a tener a un Hegel o a un Nietzsche, pero tienen a Carlos Gardel y a Homero Exposito (la letra de “Vete de mi” es como para tirarse de un puente).

En México la complejidad reflexiva de nuestros filósofos importados y después nacionalizados (Xirau, Sánchez Vázquez y Dussel), nunca podrá compararse con la agudeza y sensibilidad de la experiencia ontológico-etílica de Cuco Sánchez (Grítenme piedras del campo) o José Alfredo Jiménez (“no hay que llegar primero, sino hay que saber llegar).

Y en Venezuela; pues en Venezuela está Simón Díaz, autor de ése portento de canción que es “Caballo viejo”, la cual es precisamente el motivo de este post, en el que quiero compartir la enorme felicidad que me desborda debido a ¡ESTOY ENAMORADO! Tan lo estoy, que el próximo viernes ¡¡ME CASO por lo civil!!, para que recibir la laica y juarista bendición del Estado mexicano.

Y es que cuando el amor llega así de esta manera, uno no se da ni cuenta.

A mi futura esposa la conocí apenas el viernes pasado, en una posada a la que me invitó un amigo del trabajo. Fue tal la atracción que sentimos mutuamente, que desde ése día, o más bien ésa madrugada, ella se vino a vivir a mi casa.

El sábado fuimos a ver a sus papás, platicamos acerca de nuestra decisión de vivir juntos y casarnos lo más pronto posible y ya por la noche se instaló formalmente conmigo.

El 24 de Diciembre fuimos a casa de mis papás y les dimos la noticia. Como que no les cayó muy bien que se los dijeramos así, tan de repente. Sobre todo porque consideraron muy apresurado todo. Pero la verdad es que Adrianita y yo estamos súper convencidos de que queremos vivir juntos.

Digo, sé que ella todavía no termina de estudiar, pero ya sólo le faltan dos semestres para terminar Ciencias de la Comunicación en la Universidad Intercontinental, y creo que eso no será problema.

También sé que eso del pensamiento y la cultura no se le da muy bien, que su léxico es un tanto reducido y que su acento fresa en ocasiones es irritante. Pero no sé, hay algo en ella que me ha hechizado, desde que la vi por primera vez.

Por eso es que me ha venido a la memoria ésa canción de Simón Díaz. El amor me llegó tan repente, que nunca imaginé que sería a través de una persona cuyas maneras y comportamientos siempre había criticado.

Pero lo importante es que la amo, la amo demasiado y me voy a casar con ella. Hasta me siento raro cuando les digo a mis amigos que me voy a casar. Y la verdad es que en este sentido no me importa mucho que ellos me digan que es una descerebrada niña fresa, porque yo la conozco y sé que en el fondo es diferente…

… en fin, sólo quería comunicarles a quienes amablemente me han leído en este blog, ése acontecimiento tan importante en mi vida.

Así que de ustedes no espero más que sus felicitaciones, sus buenos deseos y por qué no, sus consejos.





P.S Aunque con un día de retraso, he aquí mi broma del día de los inocentes. Espero que al leerla se hayan divertido tanto como yo al escribirla.

La verdad es que tenía toda la intención de publicarla el día de ayer, pero anduve muy ocupado padeciendo una resaca espantosa, producto de unos cuantos tequilas del sábado por la noche. De hecho se me ocurrió precisamente porque encontré –que no precisamente conocí, Dios me guarde de semejante atrocidad- a una chica chic en el lugar al que fui con unos amigos, y pensé: qué diablos, que sea ella la inspiración de mi bromilla.

Por acá seguimos cerrando el año.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pinche Víctor mamón, esa ni tu te la creista... el dia que te cases es porque el mundo se acabara... pero cuidado porque por andar de criticon con las niñas fresas te puedes encontrar una que si te atrape aunque lo veo dificil, eres más amargo que un limón esta cabron en serio.

JRSV

LicCARPILAGO dijo...

por un instante lo creí, solo por un instante...

los politologos tienen una nulidad de humanidad, hay quien agrega que no son seres humanos y se acercan mas a las iguanas, por aquello de la sangre fria... bueno todo eso lo dicen los de filosofia y letras en la entrada de la biblioteca central.

buen post!!!

Anónimo dijo...

Jaaajajajajaja!!!!!
Igual que "JRSV" opino que tal vez eres más propenso a casarte con una de ellas que el resto de los mortales, tu mismo hablaste de eso, poseemos un don de Frases que lo "auguran" todo (lo que no puedes ver, en tu casa lo haz de tener) Aguas!!!
Besitos!!!
MAguiss_ Merma