2 ene 2009

El 2009 y la filosofía de los Gatos Samurai

Ya casi concluyen las festividades de fin y principio de año. Después de haber partido la rosca de Reyes habrán concluido el acelere, el dispendio y los excesos de la época. Empezará entonces la cuesta de Enero, que particularmente este año pinta sombría y de suyo más difícil que las anteriores.

El problema de liquidez financiera que asoló a diversos países del mundo el año pasado, parece encaminarse a una crisis estructural del sistema económico. Y eso sí es motivo de preocupación, porque quiere decir que a lo largo del año que comienza habremos de tocar fondo, con todos los problemas sociales que eso implica: desempleo, baja productividad, inflación, inseguridad y desánimo colectivo.

Este 2009 será sin duda un año muy difícil. Por eso es que en mis mensajes de felicitación fui demasiado realista: sólo deseé buena suerte, porque aun cuando buena parte de la vida transcurre bajo ciertos derroteros, también existe una buena dosis de contingencia que la hace emocionante o angustiante, según se quiera ver.

Así que como este año los derroteros bajo los que habrá de discurrir nuestra existencia serán precisamente los de la angustia y la zozobra, lo único que nos queda como resquicio de esperanza es lo contingente; que suceda algo inesperado que le imprima un sello positivo a lo que hagamos o pensemos, y sobre todo, que podamos transmitirlo a los demás.

La clave para sobrevivir este año es tomarle cierto gusto a los retos y a las adversidades. Después de todo ya estamos aquí. Así que lo mejor que podemos hacer es levantar las manos y disfrutar la sensación de vértigo mientras el trenecito baja estrepitosamente en picada por la montana rusa de la vida. Total, algún día tendrá que volver a subir.

Buena parte del entorno social se construye con la actitud de quienes lo forman y en él concurren. Si a lo largo de este 2009 vamos a andar como señoras gordas histéricas gritando porque los índices de desempleo habrán de elevarse, mientras que los de crecimiento económico habrán de decrecer, nos cargará más rápido el payaso. En cambio, si intentamos poner en práctica la filosofía de los gatos samurai, consistente en siempre caer de pie, la cosa seguirá estando difícil pero cuando menos la confrontaremos con buena disposición.

Aunque tampoco se trata de andar tomando Prozac y sonriendo como estúpidos. Una cosa son el carácter y la determinación, y otra muy distinta la ingenuidad y la dejadez.

El punto es que tenemos que ver este año que comienza como un reto a enfrentar y como una oportunidad a aprovechar. Y aunque la economía será el tema que habrá de proyectar su enorme sombra sobre el entorno, no hay que permitir que se convierta en el centro de nuestras vidas, que tiene otros tantos ámbitos que la forman y la complementan.

En lo personal veo este año como un largo corredor con muchas puertas cerradas que esperan ser abiertas. Y como siempre me ha fascinado el misterio, veo en cada una de esas puertas una emocionante oportunidad de descubrir qué es lo que guardan. Ya si es bueno o malo, no importa. Lo importante es precisamente descubrirlo.


Así que para quienes me han leído a lo largo del año que concluyó, les deseo que este 2009 que recién inicia no sea tan malo, que sigan conservando su trabajo, su patrimonio, su salud y su familia, su perro, su gato, su x-box, sus libros o cualquier otra cosa que complemente el aspecto afectivo de sus respectivas vidas. Y por supuesto, mi principal deseo es que conserven su disposición a continuar leyendo las estupideces sin sentido que aparecen en este espacio, que se apresta a cumplir tres años –número cabalístico por antonomasia- de existencia.

¡Buen 2009 para todos!

6 comentarios:

Ana di Zacco dijo...

Hola, Victor.
No he publicado tu comentario porque no doy por buenos comentarios en los que se juzgue a nadie de payaso, ni de nada.
Yo creo que nadie somos nada para juzgar a otros, y menos cuando no les conocemos. Pero a tu edad también lo hacía, con los años nos volvemos más tolerantes.
Un abrazo.

VITOCHAS dijo...

Pa empezar ni me acuerdo qué fue lo que escribí, pero eres la ama y señora de tu blog, que tampoco recuerdo de qué va.

Y en todo caso payaso no es un juicio o un calificativo, sino una descripción: si tiene pico, alas y hace cua-cua es pato; si dice una sandez y provoca risa, es un payaso... como yo.

Saludos y grito de guerra.

VITOCHAS dijo...

...ah! y gracias por decirme chaval; eso me reconforta.

Aunque no creo que con la edad las personas se vuelvan más tolerantes. Y de la tolerancia mejor ni hablemos. Simplemente no existe.

LicCARPILAGO dijo...

pues si, en este 2009 el malagüero sera lo que alimente la cuesta de enero y seguramente sera hasta despues de marzo cuando el color empiece a regresar a los rostros de los inversionistas, asi que solo restara seguir levantandonos sacudiendo el polvo de la ropa.

Buen año Vic.

Mara Jiménez dijo...

Pues si Victor, estamos en la misma frecuencia de que el 2009 viene medio apestosos y todavía ni lo conocemos bien, el caso es que , aunque es verdad que no todo es lo referente a lo económico, me viene a la mente una cita de Manolito el de Mafalda: "El dinero no es la felicidad, pero que buena maña se da para imitarla". En fin, vamos a jalar el carretón que de todos modos, así hemos vivido siempre y a defender nuestro derecho de seguir diciendo y escribiendo.

Oye, payaso... ¿no era un oficio?

Anónimo dijo...

Y tú hablando de "guerras" en entradas anteriores, y por acá se está armando una medio buena.... Yo también te deseo feliz año, próspero (ojalá), lleno de felicidad, armonía, tranquilidad, payasadas, y sobretodo con mucha suerte...

Ah! y JAPIVERDITU YUR BLOG!....
Paola