9 ene 2007

Inconvenientes

Vivir en una ciudad tan grande como la Ciudad de México implica simultáneamente ventajas e inconvenientes. Pero como estamos acostumbrados a percibir con mayor intensidad lo negativo que lo positivo, las ventajas generalmente pasan desapercibidas quedando en primer plano los inconvenientes.

En lo que a mi respecta intento en la medida de lo posible mantener un equilibrio en la percepción tanto de las ventajas como de los inconvenientes. Sin embargo hay ocasiones en las que me resulta díficil no pensar en la existencia de una confabulación en contra mía, para atacar mi buen ánimo jekylliano y provocar mi metamorfosis en el Mr. Hyde aristócrata que llevo dentro, debido a que pareciera que todo mundo se encarga de poner en relieve los inconvenientes de una ciudad populosa y estridente como lo es el defé.

Lo anterior viene al caso porque hasta ahora no había reparado en que uno de los inconvenientes de vivir detrás de un condominio vertical, consiste en tener que soportar estoícamente las estridentes preferencias musicales de quienes lo habitan, especialmente cuando son recién llegados y no tienen ni idea de la clase de mamones que viven arriba, abajo y detrás de su departamento.

Sucede que hoy por la tarde me encontraba plácidamente leyendo una biografía novelada, escrita por Ezbieta Ettinger, en la que narra la relación amorosa entre Hannah Arendt y Martin Heidegger, sentado en el pequeño sillón que tengo junto a la ventana de mi habitación, cuando súbitamente comenzó a sonar -proveniente de una de las ventanas del condominio- la música del tipo más payaso, fatuo y pretensioso que conozco y cuyo nombre incluso me resulta laborioso escribir, debido a la irritación que me produce. Sí, me refiero al Arj... ¡ése!

El hecho no hubiese pasado de ser un momento desagradable del día, a no ser porque la chica que había puesto el disco a un volúmen exageradamente alto ¡tuvo la osadía de cantar!

Como estaba a punto de sufrir un ataque de nervios combinado con un infarto al miocardio, decidí que lo mejor era adelantar mi salida a la Facultad aunque sólo fuera para perder maratónicamente el tiempo leyendo el diario en internet, y así lo hice.

Sin embargo, como tengo el insano hábito de viajar en el transporte colectivo a fin de evitar una muerte por complicaciones en la vesícula causadas por el tráfico, tuve la desdicha de subir a un camión en el que la estación de radio que había sintonizado el conductor estaba tocando un set de canciones de despecho, en las cuales se ensalzaba al estereotipo del macho querendon pero sufridor a causa del abandono de una mujer frívola e insaciable...

... y con ése tipo de expresiones culturales queremos promover una mayor equidad de género.

Al escuchar la letra de esas canciones y recordar la canción del Arj... ¡ése! que mi nueva y sorda vecina estaba cantando a voz en cuello cuando salí de mi casa, me puse a pensar en la función social que desempeña la música como producto cultural y se me ocurrieron una serie de argumentos que más adelante expondré en este espacio.

Por el momento intento someter a mis oídos a una terapia intensiva, luego de semejante jornada de estridencias auditivas y lamentos anodinos.

Un saludo.

P.D: Eso de que casi nadie me lea tiene sus ventajas; escribo sólo para mi y no siento la presión u obligación de escribir para los demás.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

agradezco tu comentario y al respecto te digo... mi busqueda en el amor... bueno... tienes razon, te llega pero no tambien dicen que el que no busca no encuentra? realmente pase un poco mas de un año sin querer saber nada de ustedes, ya no queria relaciones a corto plazo, frees, ni nada de eso... por eso decidi no tener nada que ver con alguien... pero ahora ya me siento mucho mejor y ya me siento preparada para volver a salir y conocer a alguien... amor?no se si lo encontrare pero no me quedare a esperar que llegue a mi casa... un beso y gracias por comentar!

Ana Piera (Tigrilla) dijo...

Querido Vitochas, es un gusto visitarte en este nuevo espacio que acoge tus "estupideces sin sentido", pero sabes que?? el titulo no concuerda con la realidad porque gran parte de lo que escribes tiene mas sentido que muchos blogs juntos. En fin, yo vivi en la Cd de México aunque me tocaron tiempos mas amables gracias a Dios ahora vivo en provincia y mi vida es tranquila. Pues tómate un te de tila y comprate unos tapones para los oídos ; )
Gracias por tus comentarios y sugerencias en mi ultima historia, hice algunos ajustes, espero haya quedado mas "leíble". Bueno te dejo, cuídate muchooo!
Tigrilla

PD Mmmm a huevo hay que abrir una cuenta de google para dejarte comentarios mmmm (lo bueno que me acuerdo de la mia hace mucho no la usaba)

MAEL dijo...

jajajaja
no importa que no te preocupes por ver para quien escribes, es lo bonito de hacerlo, es más natural y más autentico cuando escribes solo para ti, sin pensar en si gustará o no a los demás...
con todo y todo río tremendamente
tienes gracia ya lo he dicho; yo hubiese pasado una tarde muy agradable escuchando a mi admirado "ARJONA" gratis...
no se crea la verdad que por más que me guste la música prefiero escucharla en completa tranquilidad.
entiendo su suplicio, ya que me ha tocado experimentar varias veces lo mismo, que le vamos a hacer?
de que los hay los hay! ya intentó pedir por favor que bajen el volumen? a veces funciona de vez en cuando entre tanta gente se encuentra uno alguien conciente.
suerte!!!!
saludos
bye.

Anónimo dijo...

mi estimado:
definitivamente sigo diciendo: ¿que hariamos sin ti?
R= buscar a alguien que diga tonterias con mucho sentido...

oye: el libro no lo encontre, ¿otra recomendación?

MAEL dijo...

chiguas!!!!!!!!!!
que díficil prueba me puso, ni siquiera sé como poner un blog en esto, y cada vez que entro tengo que recuperar la contraseña, de verdad que puso a prueba mi buen humor, pero creo que lo voy superando, cada vez que entro al bloguer y me digo: "lo que hace uno por venir a leerlo..."
solo alcanzo a reir a mares.
saludos Victor
hasta pronto